(publicado en facebook el 2 de enero de 2014)
Empieza un nuevo año y como siempre lo hacemos con muy buenas intenciones: los hay que se proponen dejar de fumar, perder algún kilo, llevarse mejor con los que les rodean, o simplemente recoger su habitación o hacer la cama todas las mañanas. Yo, para no ser menos, también me he marcado algunas cosillas para este 2014. Luego que esos objetivos se cumplan o no es otra cosa, pero la intención es lo que cuenta ¿no?.
También se aprovecha esta fecha para, como dice la canción de Mecano, hacer balance de lo bueno y malo. Yo he aprovechado para hacer balance, pero no del último año, sino de los últimos 11. Es curioso como pasa el tiempo: el 1 de enero de 2003 le pedí salir junto a la puerta de un colegio en el que nunca me había fijado a la que hoy es mi mujer y, paradojas de la vida, acudo casi todas las mañanas a esa misma puerta a dejar allí a nuestro hijo.
En estos once años han pasado muchísimas cosas: mi vida ha cambiado de una manera que jamas habría imaginado ese lejano 2003. Hemos pasado momentos felicísimos: 6 años de noviazgo, una boda preciosa, el nacimiento de Manolito, el haber conocido y convivido con gente maravillosa. Pero pesan mas los tristes con los que la vida nos ha azotado: la perdida de personas irrepetibles, mágicas, personas que me han querido incondicionalmente y a los que no siempre respondí como se merecían y que mientras viva estarán en mi mente y en mi corazón.
Esos momentos, los buenos y los malos, han hecho que vea la vida de un modo diferente a hace once años. La vida es un regalo y hay que disfrutarla día a día. Disfrutar de y con las personas a las que queremos y saborear cada momento. Ser feliz y hacer felices a los nuestros. Ese es mi propósito para este 2014 (y espero que para muchos mas) aunque, como dije al principio, si no soy capaz de cumplirlo: la intención es lo que cuenta.
¡¡¡¡¡¡FELIZ 2014 A TODOS!!!!!!
ALEMUNDI © 2015