La temperatura de color de una fuente de luz se define comparando su color dentro del espectro luminoso con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada. Por este motivo esta temperatura de color se expresa en kelvin, a pesar de no reflejar expresamente una medida de temperatura, por ser la misma solo una medida relativa.
Lejos de lo que pudiera parecer, mientras más grados tenga el color menor es la temperatura de este.
Por ello decimos que una temperatura es “cálida” cuando se mueve alrededor de los 3000K, un color “neutro” cuando se refiere a unos 4500K y un color “frío” cuando alcanza unos 6000K. Cuando hablamos de “luz día” estamos hablando normalmente de unos 6500K.
Algunos ejemplos aproximados de temperatura de color:
1700 K: Luz de una cerilla
1850 K: Luz de vela
2700–3300 K: Luz incandescente o de tungsteno (iluminación doméstica convencional)
3000 K: tungsteno (con lámpara halógena)
4000–4500 K: Lámpara de vapor de mercurio
5000 K: Luz Fluorescente (aproximado)
5500–6000 K: Luz de día, flash electrónico (aproximado)
5780 K: Temperatura de color de la luz del sol pura
6200 K: Lámpara de xenón
6500 K: Luz de día, nublado
6500–10500 K: Pantalla de televisión (LCD o CRT)
28000–30000 K: Relámpago
ALEMUNDI © 2015